• Gestión de riesgos mejorada: 

Permite una identificación, evaluación y mitigación sistemática de los riesgos, reduciendo amenazas y vulnerabilidades.

• Cumplimiento normativo:

Ayuda a las organizaciones a cumplir con los marcos regulatorios que exigen medidas de seguridad formalizadas y certificadas.

• Mejora del rendimiento de seguridad:

Establece objetivos, protocolos y métricas de rendimiento claros para una mejora consistente en la efectividad de la seguridad.

• Mejor gestión de recursos:

Permite una asignación más eficiente de personal, tecnología y capacitación.

• Gestión de la reputación:

Aumenta la credibilidad y la reputación de la organización, generando confianza en clientes, empleados y partes interesadas.

• Confianza de las partes interesadas:

Proporciona confianza a clientes, gobiernos y comunidades sobre la profesionalidad y el cumplimiento de la empresa.

• Gobernanza corporativa efectiva:

Contribuye a establecer una gobernanza corporativa consistente y completa.

• Éxito operativo:

Incrementa el potencial de éxito en las operaciones de seguridad.

• Mejora continua:

Fomenta la mejora continua de los procesos y servicios de seguridad.